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Las personas esclavizadas en
el Claustro En primer lugar, se aborda la esclavización dentro del Claustro. Se comparten los casos de tres personas que fueron destinadas al servicio de alimentación dentro del Colegio: Antonio, María Luisa y Ana María Isabel Cuellar.
En segundo lugar, reflexionamos sobre otros espacios y destinos de las personas que fueron esclavizadas por el Colegio.
Esta parada busca resaltar la importancia de las formas de esclavización en contextos urbanos. Nos invita a reconocer que la esclavización era, en algunas épocas, un hecho de la vida cotidiana en el Claustro y que los estudiantes y los profesores tenían probablemente contactos diarios con personas esclavizadas. Aquí se trabajará el caso específico de las personas esclavizadas que estuvieron en la cocina del Colegio Mayor, mostrando que la esclavización en el Rosario no se limitó a las haciendas.
Ver Caso 2 – María Luisa (1738 – 1742).
Ver Caso 3 – Caso 3 – Ana María Isabel Cuéllar (1826).
Ver Caso 1 – Antonio (1667). 1. La esclavización como parte de la cotidianidad del Claustro.
En los imaginarios, la esclavización se representa como un fenómeno de “tierra caliente” y esencialmente restringido al contexto de las haciendas o de las minas. Sin embargo, la esclavización constituía también una realidad concreta y tangible en Santafé.
Se debe reconocer que el Colegio del Rosario tuvo personas esclavizadas, no solo en sus haciendas, sino también en su claustro. Varios documentos del Archivo Histórico muestran que, entre las personas esclavizadas que estaban al servicio de los estudiantes y del profesorado, varias se encargaron del servicio de alimentación.
Buena parte de los alimentos que consumían los colegiales, además de haber sido preparados por una persona esclavizada en el Claustro, eran frutos del trabajo de otras personas esclavizadas en Calandaima.
El doble vínculo de la alimentación en el Claustro con la esclavización
La preparación de los alimentos no era el único vínculo del Claustro con la esclavización. Los documentos del Archivo indican que varios alimentos utilizados en el Claustro provenían de haciendas como las de Calandaima, en donde se explotaba a personas esclavizadas.
Juan de Mosquera Nuguerol y Sotelo, “Libro de Actas de Consiliatura 1667 - 1719” (Universidad del Rosario, Archivo Histórico, 1668), f. 167r, Caja 2, folios 166-195, http://repository.urosario.edu.co/handle/10336/10561.
En el libro de actas de Consiliatura de 1667, el rector Juan Mosquera Nugueral y el secretario Salvador Gómez de Figueroa y Palencia aprobaron “dejar en el servicio de cocina al mulato esclavo llamado Antonio del Rosario”.
Como en otros casos, la fuente no brinda más información sobre Antonio.
Las personas esclavizadas en el servicio de alimentación del Rosario.
Conocemos los nombres de algunas personas esclavizadas que estuvieron en la cocina del Colegio Mayor del Rosario.
Antonio (1667).
Caso
Ver
Fuente
Francisca Terreros y Villareal, “Escritura de venta de la esclava Luisa por la señora Francisca Terreros y Villareal” (Universidad del Rosario, Archivo Histórico, 1738), f. 332r, Caja 3, folios 332-336, http://repository.urosario.edu.co/handle/10336/11361.
María Luisa había sido comprada en agosto 1738, cuando tenía 40 años. Ella fue vendida por una mujer: Francisca Terreros.
Esta fuente nos recuerda que las mujeres también fueron esclavistas y participaron en los procesos de deshumanización de las mujeres racializadas. Como otras mujeres, Francisca Terreros no tenía capacidad de hacer estas transacciones de manera directa y sin consentimiento de un hombre. No obstante, esto no impedía su participación en el sistema esclavista.
María Luisa (1738 – 1742).
Caso
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Fuente
Ante la inconformidad, en la sala rectoral se discutió si era más conveniente remitir a María Luisa al trapiche de Calandaima o venderla. De manera unánime, los directivos optaron por su venta. Consideraron que no se estaría aprovechando lo invertido en María Luisa porque no se la deseaba para el fin por el cual ella había sido comprada.
Todos de mancomún clamaron se quitase de la cocina la negra María Luisa que había comprado el doctor don Francisco Javier Tello para dicho Ministerio.
2. Institucional: ver más en la parada 10.
2 Fuente
Ver
Transcripción
3. Hernández de Alba.
3
En 1742, los estudiantes del Colegio Mayor se quejaban de los servicios de María Luisa:
Esta historia ha sido contada a modo de “anécdota graciosa” en algunos libros de historia institucional.
Por ejemplo, Hernández de Alba la describía como un “pequeño problema doméstico” . Tal trivialización es reveladora de la tendencia a pensar las vidas afrodescendientes como “vidas que no importan”; como vidas de las cuales se podía disponer como cualquier otro bien.
1. Ministerio: volumen 124 Folio 134 del Libro de Consultas.
1 “Causa criminal seguida en 1826 contra Ana María Isabel Cuéllar, por robo a Juan Antonio Velasco” (1826), Asuntos criminales, número de índice 0199, legajo número 7, 023, folios 963-990, Archivo General de la Nación.
Ana María – quien había nacido en Ibagué hace 53 años y era soltera – hacía parte de las personas esclavizadas del Colegio mayor del Rosario.
El rector, Juan Fernández de Sotomayor, la hizo trasladar de una Hacienda para que trabajase de cocinera en el colegio del Rosario.
Es importante porque es del siglo XIX. Se fugó. Forma de resistencia. Las fugas no solo se daban en entornos rurales. La fuga como forma de agencia de las mujeres.
Transcripción: “Ya estaba proporcionando de míos para devolverla a la hacienda y que lo fuese al señor Toro mediante la escritura cuando el día 20 de octubre se le fugó en la noche. Al día siguiente fue avisado de dicha fuga y di las ordenes convenientes para su apresión y como sospecha se hubiera dirigido a otra villa. En tal, el domingo 22 se me comunicó [que] está en la cárcel y para la tarde [ilegible] como lo fui de su alcaide y ella misma del motivo de su prisión. Por cuanto he oído se conocerá que la Isabel no es mi esclava, que tampoco lo es del colegio y que si se le agregó a sus haciendas estos que en tiempo de Zubarra por sus tachas y de repetir del señor Toro su valor, estando ya este advertido por el señor Ignacio Casto de la inutilidad de las misma antes del hecho que ha dado causa a su prisión. Así pues yo no me puedo comprometes a su defesa, ni debo ser considerado como dueño de ella por saber de rector de este colegio. El tribunal podrá regresarla al señor Toro si lo cree conveniente o nombrarlo defensor en esta causa, procurando de esta ahora, eso es lo que haría [en su] lugar en justicia”.
Propuesta de fragmento:
“El doctor Juan Fernández de Sotomayor, rector del Colegio del Rosario hace con arreglo a secretario: que en el mes de agosto ultimo en la visita que hice a las haciendas del colegio fui advertido por el señor [ilegible] que el señor Miguel Toro había pueste en días a la negra Isabel para remplazo de otro esclavo y que como tres o cuatro mas de igual remplazo de otro esclavo. Era inútil por los trabajos, pero que aseguraba la Isabel usar [ilegible] en los oficios de cocina y otros domésticos por que era esclava asaba adentro forzada y que se le había entregado con un carlanca. Pienso que haciéndola al colegio por la ocupación de la cocina entraría a tener en la hacienda un esclavo inútil y ahorraría al colegio el gasto del salario de una sirvienta. Resolví a que se viniese conmigo y probara a ensayar su habilidad y aptitud para aquella ocupación”.
Transcripción
Ana María Isabel Cuéllar (1826)
Caso
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Fuente
5. Rosario: pendiente fuentes de otras universidades. Universidad del Virginia. Carolina del Norte.
5
2. Más allá de la cocina.
Es posible que, más allá del caso de la cocina, otras personas esclavizadas vivieran y fueran explotadas en el Claustro. Sin embargo, por el momento no se han recopilado suficientes registros para documentar de manera precisa esta realidad.
No podemos descartar que, como fue el caso en otras universidades, personas esclavizadas hubiesen participado en la construcción y el mantenimiento de los edificios originales del Colegio Mayor del Rosario. Es posible también que estudiantes y profesores alojaran a su “servidumbre personal” en el Claustro.