P1 headset_mic Parada 2b La “otra esclavización”
Salón Achaguas
Casa rosarista
P1 Real Resolución sobre la fundación del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario y la facultad de reducir indios infieles, 20 de mayo de 1646. AHUR caja1folios9-10 PIDIENDO LA FACULTAD DE “REDUCIR INDIOS” Fray Cristóbal de Torres escribe al rey para que le concediera la encomienda de los indios achaguas, quienes habitaban en las haciendas del colegio en Calandayama.
El prelado aclaraba que necesitaba “reducir a indios infieles… para la manutención de los colegiales”.
El dueño de la encomienda podía utilizar a los “indios encomendados” en las labores que fueran necesarias, siempre y cuando los instruyera en la fe católica y se encargará de cobrarles el tributo para Su Majestad.
P1 Solicitud de Encomienda de los Indios Achaguas, 1653. AHUR.Caja 1, folios 14-21 una forma de esclavización con otro nombre. border_color “Cien achaguas útiles, sin mujeres y niños” La legislación española no permitía esclavizar a las poblaciones indígenas. Sin embargo, en nombre de la “cristianización”, muchas familias e instituciones utilizaban una mano de obra indígena permanente sin remuneración monetaria, con la buena conciencia de que realizaban una labor civilizadora y de evangelización.


Las intenciones iniciales de Fray Cristobal – vender las personas esclavizadas (“quedarían 8 a 9000 pesos, rentando 400”, dicen las Constituciones) para reemplazarlas por los indígenas Achaguas – son reveladores de que la encomienda se podía interpretar como
P1 Solicitud de Encomienda de los Indios Achaguas, 1653. AHUR.Caja 1, folios 14-21 P1 Pendiente AHUR Volumen y folio
Varios documentos indican que se utilizaba de manera indiferenciada el trabajo de las personas indígenas y afrodescendientes. Así, en 1666, el rector Juan Peláez de Sotelo escribía que el había decidido utilizar “un negro de la hacienda llamado Juan” para labores de su interés personal durante 3 meses, y que el había puesto “un indio en su lugar”, dejando claro que tanto unos como otros hacían parte de la servidumbre personal.
¿Una esclavización bajo otro nombre?
P1 Los archivos de la Universidad incluyen los listados de indios de “concierto” o “alquilados por día” (incluyendo, en algunos casos, el pueblo de origen).
Muchas personas indígenas trabajaron en las Haciendas del Rosario y muchas más vivieron alrededor de ellas.

Los grupos indígenas representan actores esenciales de la historia que queremos contar.

No se trataba necesariamente de comunidades que vivían en sus territorios ancestrales.

En la región de Tocaíma, muchas personas indígenas “fugitivas/ prófugas” llegaban de otras regiones después de haber dejado sus comunidades o de haber sido desplazadas.
LOS “INDIOS DE CONCIERTOS”
P1 Pendiente AHUR volumen y folio La integración del trabajo indígenas “concierto” en la hacienda Calandaima.
(1665/66)
¿Cómo podemos reconocer y nombrar las violencias que, en la historia de la Universidad, también fueron ejercidas sobre los pueblos indígenas?

P1 Pendiente fuente Si todas las personas esclavizadas eran afrodescendientes, no todas las personas afrodescendientes eran esclavizadas. Del mismo modo, si todas las personas encomendadas eran indígenas, no todas las personas indígenas eran encomendadas.

Las clasificaciones étnico-raciales tenían fuertes relaciones con la estructura laboral jerarquizada de la colonia, pero ambas no se superponían de manera absoluta.

La existencia de una población llamada “libre” revela que existían fronteras relativamente rígidas entre los grupos racializados, pero que estas fronteras se caracterizaban también por su gran porosidad
¿Cómo se entrecruzaban las cuestiones étnico-raciales y laborales?
Las Haciendas como
“mosaico social”

P1 Pendiente fuente Es importante matizar la idea de una oposición simple entre el “trabajo servil” y el “trabajo libre asalariado”.

Algunos trabajadores – esclavizados o encomendados – se encontraban claramente en una “condición servil”.

Otros trabajadores, vinculados a sistemas de trabajo como el “concierto” o “terraje”, eran formalmente “libres”, pero se encontraban en realidad bajo la dominación de los hacendados propietarios de la tierra.

Las economías agrarias de las grandes haciendas funcionaban esencialmente gracias a la “captación” de una mano de obra gratis o casi-gratis; mediante la esclavización, la encomienda o el peonaje por deudas.
En la memoria de los concertados realizada por el administrador el 1 de julio de 1676 se presentó la siguiente relación:
- Antonio Curbida, concertado por el corregidor, 6 patacones 6 pares de alpargates, dejo 3 pares dealparguetes y dos reales, debe sombrero por 6 meses, fue “ovejero”.
- Pedro Garnerero, por un año 8 patacones y 8 fanegas de maíz, 6 pares de alparguetes y un sombrero....
- Pedro Yepicatro, estuvo 6 meses y gano 8 patacones y la ración de maíz, alparguetes y sombrero.
- Marcos Baquero, por un año 18 patacones y la ración ordinaria que son 8 fanegas de maíz, alparguetes y sombrero.
- Martin Baquero, que guardo el ganado, 20 patacones la ración de alparguetes y sombrero por un año...
- Clemente Rodríguez, para cuidar el hato 25 patacones por un año la ración de maíz y cada mes un borrego.
- Miguel Guanque, para deshierbar 6 meses gano 7 patacones la ración de alparguetes y sombrero.
- Juan Boyero, del pueblo de Bosa por 6 meses, 7 patacones y la ración de maíz,alparguetes y sombrero.
- Pedro Gugapaba, gana por 6 meses 7 patacones y la ración ordinaria
- Marcos Baquero, segundo año que va sirviendo conel mismo salario.
- Juan Chumbe, por 6 meses gana 7 patacones y la ración ordinaria
Andres Boyero, el año pasado se le rebajo la mitad de su concierto por el mes de julio del año pasado se le pago lo que había servido.
- Lorenzo Ovejero, por 6 meses gana 7 patacones y la ración ordinaria
Diversas formas de trabajo no-libre

P1 Hemos naturalizado la ausencia indígena en Bogotá y Cundinamarca.

Es evidente, sin embargo, que, en el momento de la fundación de la Universidad, y durante los dos siglos siguientes, había una fuerte presencia indígena en toda la región.

En Santafé, también vivían un número importante de personas indígenas en y alrededor de la ciudad cuando se fundó el Claustro.
UN CONFLICTO TERRITORIAL

El conflicto que tuvo lugar entre el Colegio del Rosario y un grupo de indígenas en la Vega desde la mitad del siglo XVIII permite evidenciar la presencia indígena dentro y alrededor de las Haciendas de la Universidad del Rosario.

En 1751, el Colegio del Rosario decidió, después de 20 años, pedir la posesión de la finca de San Antonio, ubicada en La Vega y que doña Teresa del Mur Sol de Villa había donado en 1731.

Sin embargo, un grupo de indígenas liderados por Juan Ordóñez decidió oponerse las pretensiones del Rosario, explicando que durante los 20 años que habían transcurrido desde la donación habían permanecido en esas tierras (o más).
La presencia indígena en Cundinamarca

P1 El pueblo achagua sigue viviendo en los resguardos de Umapo y El Turpial, en el municipio de Puerto López (Meta) y algunas familias en La Hermosa (Casanare).

Su población se estima en 980 personas (DANE 2018)

¿Cómo incluir las voces de los descendientes?
Los descendientes de esta historia
P1 TERRAJE:
Una figura de servidumbre bajo la cual muchos indígenas adquirieron el compromiso de trabajar gratuitamente para los hacendados a cambio de poseer una pequeña parcela para vivir y cultivar dentro de la propiedad de su patrón.

Las experiencias de despojo territorial y terraje que motivaron las luchas en el suroccidente colombiano a comienzos del siglo XX. Falta fuente de la fotografía Historias de resistencia indígena
P1 Juntando recuerdos sobre la Terrajería en Guambía, Colombia Pendiente referencia de las fotos La fuerza de la gente
P1 Cada cual a la finca de su respectivo patrón Falta fuente de la fotografía LA VIOLENCIA DE LA MATRICULA
P1 Los pueblos amazónicos viviendo los horrores de la Casa Arana. Falta fuente de la fotografía Continuar con parada 3 La violencia cauchera